En el mundo de las organizaciones, la toma de decisiones, básicamente consiste en elegir una de todas las opciones que tenemos disponibles, con la intención de resolver un problema actual o potencial.
En diversas ocasiones, tomamos decisiones de manera implícita, con base la experiencia y así solucionar de manera rápida un problema, en otras ocasiones tomar una decisión requiere de un proceso más complejo que nos brinda seguridad e información para resolver el problema.
Existen varios modelos al respecto. En este caso veremos uno de seis pasos y nos ayudará a evitar errores que mirados a posteriori muchas veces pueden parecer elementales:
1. Identificar el problema: Cuando queremos tomar una decisión, debemos ser conscientes de su importancia. Nos damos cuenta de esa importancia cuando existe un problema o una desigualdad entre un estado deseado y su estado en la actualidad.
2. Identificar alternativas: Se debe de considerar el mayor número de opciones o alternativas posibles, para ello es importante realizar un análisis profundo de las posibles soluciones; provocando una gran cantidad de ideas para encontrar una buena alternativa u opción.
3. Establecer criterios: Para tomar una decisión se requiere el uso de criterios o consideraciones que permiten evaluar la calidad de las decisión con base a los patrones aproximadamente imparciales.
4. Análisis de alternativas: Es relevante tomar en cuenta el grado en el que se logra responder al objetivo establecido; se debe considerar las consecuencias de cada una de las alternativas reconocidas, considerando a corto y largo plazo, los costos reales y posibles, los recursos disponibles y necesarios, etc.
5. Ordenar las alternativas: Se realiza un análisis global donde ordenamos las alternativas on base al grado que se satisfacen los criterios definidos.
Los mejores alternativas son las que funcionan para cumplir la mayor cantidad de objetivos, se obtiene resultados más favorables y con bajo costo en su implementación.
6. Seleccionar la mejor alternativa: Se determina los resultados obtenidos estableciendo en qué medida la decisión elegida cumple los objetivos, los criterios, las consecuencias y los costos; se juzga la eficiencia y eficacia de las estrategias empleadas en la toma de decisiones.
Como ves, en este modelo no se tiene en cuenta el monitoreo de resultados, el cual en Blue Raptor consideramos imprescindible. Sin embargo, es un modelo solamente. Como dijimos en otro artículo, la eficiencia del proceso de toma de decisiones no depende del cumplimiento estricto de este número de pasos, sino de la calidad de la información, las técnicas que empleamos y el sentido común.