En el entorno corporativo, el proceso de toma de decisiones implica considerar diferentes opciones y analizarlas a detalle para, luego, seleccionar la alternativa más valiosa y relevante para la gestión y el futuro de un negocio.
Por supuesto, este proceso es extraordinariamente importante, pues un paso en falso puede traer serias consecuencias y pérdidas financieras. Por el contrario, un proceso bien ejecutado y fundamentado en el análisis de datos puede rendir excelentes resultados para el negocio.
Así pues, como en Blue Raptor creemos que tomar decisiones eficientes consiste en una cuestión de supervivencia y continuidad, te invitamos a revisar el modelo de 5 pasos que dan encabezado a este artículo:
1. Analiza la situación: El análisis del entorno y de la circunstancia que originó el proceso depende en gran medida de la recolección y el procesamiento de datos valiosos. Esto implica que los gestores deberán considerar a detalle factores tanto externos como internos que puedan incidir en la calidad de las decisiones que toma.
Después de recabarlos y cruzarlos para obtener una visión más amplia y holística, debe clasificar la información y comparar los resultados reales con los valores predeterminados (planificados y previstos).
2. Diagnostica el problema: Cuando formulas el problema correctamente, aclaras el panorama e identificas los factores que pueden acarrearlo. Además, no puedes solucionar algo que no conoces. Así, al observar con atención el inconveniente o la oportunidad de mejora, tomas las riendas del asunto y puedes encontrar una solución de forma más rápida y acertada.
3. Determina criterios de elección: En la próxima etapa, aparecerán una serie de alternativas para solucionar el problema detectado en el paso anterior. Para definir la mejor opción, es esencial que conozcas indicadores que sirvan como referencia y apoyen tu decisión final, especialmente si, por su naturaleza, no puede modificarse.
Vale la pena asociar factores de ponderación a cada indicador, así, puedes tener una óptica más amplia de la importancia de cada uno.
4. Define y sopesa las alternativas eligiendo la mejor: A esta altura, conoces profundamente el problema y sabes cómo identificar una buena opción considerando ciertos criterios, por lo tanto, es momento de centrarte en reunir buenas alternativas.
Haz una lista con las diferentes formas de resolver el problema, incluyendo los recursos, el plazo y la cantidad de profesionales que cada medida involucra. Selecciona la alternativa que mejor se ajuste a la realidad, y recuerda que existen técnicas clásicas como: Hacer una lista con las ventajas y desventajas de cada posible solución; la matriz de decisiones; y el análisis FODA.
5. Monitorea sus resultados: No basta con tomar una decisión. Es imprescindible conocer sus efectos a lo largo del tiempo y, si es necesario, iniciar un nuevo proceso con la intención de encontrar otra medida, más eficiente, moderna y alineada con las tendencias. Recuerda: la eficiencia del proceso de toma de decisiones no depende del cumplimiento estricto de este número de pasos, sino de la calidad de la información y de las técnicas que empleamos.